Todos cargamos con heridas invisibles. Y muchas veces, esas heridas no fueron causadas por otros… sino por nosotros mismos.
Nos fallamos cuando dijimos “sí” queriendo decir “no”.
Nos traicionamos cuando callamos lo que nos dolía.
Nos olvidamos cuando amamos a todos, menos a nosotros.
La traición más silenciosa: dejarte en último lugar
Tal vez tuviste un sueño. Una meta.
Y por miedo, por inseguridad o por darle prioridad a alguien más... lo dejaste ir.
Esa versión de ti —la que creía, la que soñaba, la que confiaba— te esperó por años.
Y hoy, vuelve a tocar la puerta.
No eres débil por haber caído
Eres humano.
Y aunque te hayas fallado mil veces, siempre puedes volver a intentarlo.
El verdadero poder está en reconocer tu herida y decidir sanar.
No necesitas estar al 100%. Solo necesitas empezar de nuevo… incluso si es con el corazón roto.
El reto que cambiará tu vida: perdónate
Hoy te invito a que escribas una carta.
No a tu ex, no a tus padres, no a nadie más.
Escríbete a ti.
Perdónate por haberte descuidado.
Por haberte apagado para que otros brillen.
Y prométete esto:
“Nunca más voy a abandonarme por nadie.”
¿Te sentiste identificado?
Comenta tu historia abajo o escríbeme por Instagram:
@maxux98
Suscríbete al blog para recibir nuevas publicaciones cada semana que te ayuden a sanar, crecer y creer en ti.

Comentarios
Publicar un comentario